Los viejos celulares, al igual que muchos otros aparatos electrónicos, están compuestos por distintos materiales que se pueden reutilizar, restaurar o reciclar, y que pueden resultar muy tóxicos si no son tratados adecuadamente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en la Argentina en 2011 se descartaron 11 millones de teléfonos celulares. Una cifra que integra los 50 millones de toneladas de residuos de aparatos electrónicos que se generan anualmente en todo el mundo y que contienen más de 700 elementos como metales, plásticos, plomo, cadmio y litio, la mitad de ellos, nocivos para la salud. Estos elementos además, suelen ser extraídos de la naturaleza mediante métodos altamente contaminantes como la megaminería a cielo abierto.
¿ES RECICLABLE?
Sí, más del 90% de los componentes de estos equipos de telefonía son reciclables. En tanto que las baterías son el elemento más contaminante que compone estos aparatos, cuyo reciclaje generalmente recibe un tratamiento especial. En el país existen iniciativas de recolección, almacenamiento y reciclaje de equipos en desuso que recuperan las materias primas con las que han sido fabricados, favoreciendo la menor extracción de metales y elementos químicos preciosos del suelo del planeta y la reutilización de lo ya extraído.